¿POR QUÉ NOS GUSTAN LOS SUPERHÉROES?

 

 


El otro día estaba en la cocina de mi casa releyendo algunos capítulos de mi edición absolute de “Batman Silencio” de Jeph Loeb, cuando entró mi madre y viéndome tan embelesado (en ese momento estaba leyendo el combate entre Batman y Superman que es lo mejor de esa historia) me preguntó:

 

“¿Por qué te gustan los superhéroes?”

 

Esta pregunta, que a priori podría parecer una estupidez y muy sencilla de contestar, me dejó un poco perplejo cuando mi madre la formuló, hasta el punto que en ese momento lo único que se me ocurrió contestar fue un estúpido:

 

“Porque molan”

 

Pues bien esa respuesta, ciertamente lamentable, surgió de forma automática de mi cabeza como consecuencia de la euforia que experimentaba en ese momento unida a una galopante falta de reflexión acerca del origen de esta afición mía al género superheroico.

La respuesta en sí es lamentable no sólo por lo pueril y simple (en el mal sentido de la palabra) de la misma, sino porque ni tan siquiera es una respuesta. Es como si te preguntan “¿por qué te gusta María?” y tú sólo contestas “Porque me mola” Pues realmente no estás contestando a la pregunta, lo único que estás haciendo es afirmar tu interés por María sin explicar realmente qué es lo que te gusta de ella.

 

Sin embargo esta pregunta estuvo dando vueltas en mi cabeza durante largo rato, hasta el punto de que no pude dejar de pensar en ella hasta que di con la verdadera razón por la que leo cómics de superhéroes.

 

Lo primero de lo que me di cuenta cuando empecé a darle vueltas al tema es que pocas veces nos paramos a pensar cuales son las razones por las que realmente nos gustan las cosas. Es como en el ejemplo de la chica que te gusta mencionado anteriormente. Nadie te dice como o por qué te gusta, simplemente lo sabes, y no te planteas las razones de esa atracción. Porque realmente eso no es lo que importa. Pero si te pones a pensarlo y a desmenuzarlo, poco a poco ves que una chica te gusta porque reúne algunas cualidades concretas (su mirada, su sentido del humor, la forma que tiene de reírse o qué coño porque tiene buenos pechotes o un culete prieto) que determinan su atractivo a tus ojos. En el caso de nuestras aficiones ocurre algo similar, no nos planteamos las razones por las que tenemos determinados intereses, simplemente nos dejamos llevar.

 

En el caso de los Superhéroes una reflexión más calmada acerca del tema me llevó rápidamente a entender la razón por la que me gustan los superhéroes y la razón por la que sigo sus aventuras.

 

Y la razón es bastante sencilla. 

 

Cuando empecé a leer cómics hace ya un par de años, lo hice porque había visto algunas películas de superhéroes como “El Caballero Oscuro” que me habían entusiasmado, y quería acercarme a la fuente del personaje para comprobar de primera mano cómo eran esas historias que habían inspirado películas tan buenas.

 

Conforme empecé a meterme en el mundillo fui percatándome de que las historias sobre superhéroes no son sólo historias de entretenimiento para niños, sino que en ellas se trataban con mucha seriedad, temas complejos y totalmente actuales como el suicidio, la muerte, la guerra o el amor. Fui dándome cuenta también, de que lo más interesante de todos estos personajes enmascarados que pueblan estas historias no son sus habilidades o poderes increíbles (que también, no lo voy a negar), sino lo que estaba dentro de cada uno ellos; sus motivaciones y sus valores éticos y morales.

 

Sin ir más lejos tenemos a Superman, el Santo Grial en cuanto a Superhéroes se refiere, que es enviado a la tierra para servir de guía y modelo a los seres humanos. Mirad si no las palabras de Jor El, padre biológico de Superman extraídas del “Superman” de Richard Donner y de “El hombre de Acero” de Zack Snyder respectivamente:

 

“Podrían ser seres excepcionales Kal El (refiriéndose a los seres humanos), es lo que anhelan, pero necesitan una luz que les ilumine el camino. Por esta razón, por su gran capacidad para hacer el bien les he enviado a ti…mi único hijo”

 

“Darás a los hombres un ideal por el que luchar. Se apresurarán a seguirte, tropezarán, caerán pero al final, se unirán contigo en el sol…al final les ayudarás a realizar grandes gestas”

 

 

Todavía recuerdo las palabras de “Diana” alias “Wonder Woman” hacia el final de “The New Frontier” de Darwyn Cooke (una historia bastante recomendable sobre el origen de “La liga de la justicia”) en que viene a decir que

“la grandeza de Superman no radica en sus poderes, sino en su generosidad de espíritu y su sentido de la justicia”

 

Para mí la grandeza de Superman es por tanto su capacidad para creer en el ser humano y la fe que deposita en éste (recordemos cuando en “All Star Superman” de Grant Morrison se acerca a una chica que está a punto de suicidarse y le dice “eres más fuerte de lo que crees”), su humildad y pureza de corazón a pesar de sus poderes casi divinos, su integridad (sus valores, según los cuales sabemos que nunca cruzará algunas líneas, pase lo que pase…de ahí la gran decepción de “Man of Steel” cuando OJO SPOILER Superman mata a Zod…) y por el hecho de saber que siempre estará ahí, que nunca nos fallará…y esto último es para mi lo más importante de Superman y de muchos Superhéroes, el saber que nunca estará demasiado cansado o aburrido para ayudarte y que ocurra lo que ocurra podrás contar con él cuando lo necesites…

Sin embargo y a pesar de que haya puesto como ejemplo a Superman (que es el máximo exponente de los Superhéroes) no significa que sea el único con virtudes merecedoras de alabanza.

 

De esta manera Batman me parece admirable por el tesón y la constancia en su lucha por sus ideales (en este caso la búsqueda de la justicia originada por el asesinato de sus padres tarea a la cual dedica cuerpo y alma, entrenando cuerpo y su mente hasta alcanzar el límite humano). O por su código deontológico inquebrantable (sólo tiene una única norma: No matar, que no puede incumplir jamás aunque de ello pudiera derivar el bien…por esta razón Batman no puede matar al Joker, a pesar de que tal acto derivaría en la salvación de numerosas vidas).

 

El Capitán América (que para mí es el Superman dentro de Marvel) me inspira por su sentido del deber, su lealtad, honestidad y honradez. Pero también por su integridad (es incorruptible), por su defensa de los débiles (él era uno de ellos antes de convertirse en el único y mítico Supersoldado),y su completa disposición para servir a los demás...recordemos el diálogo, entre un soldado y el Capitán América (extraído del Capitán America de John Ney Rieber) que tiene lugar en la zona cero de Nueva York después de las torres gemelas:

-¿"donde estabas cuando...,? (refiriendose al atentado)

-"No estaba aquí"

Queriendo decir que no importa donde estuviese aquel día, porque no estaba allí donde más le necesitaban...
 

 
 

Estos son tan sólo unos pocos ejemplos pero prácticamente todos los grandes héroes del comic pueden servirnos de inspiración estimulando nuestra imaginación y invitándonos a mejorar cada día dando lo mejor de nosotros mismos.

 

Así pues…¿por qué me gustan los superhéroes?

 

Porque me inspiran

 

Los superhéroes no son sino el ideal del ser humano. Representan el ejemplo moral y ético al que toda persona querría aspirar; son por lo tanto, una inspiración para nosotros, que anhelamos hacer el bien pero que, por distintas razones en ocasiones nos torcemos del camino correcto. O como dice Darwyn Cooke en su epílogo de "The New Frontier":

 

"Lo cual nos lleva a los superhéroes. Concretamente a la liga de la justicia.El mundo siempre tendrá rincones oscuros, y el blanco y negro tiene muchos tonos de gris, pero he aquí siete personas en las que se puede confiar pase lo que pase. Tienen el poder de esclavizar el mundo, pero trabajan incansablemente para que sea libre. No sucumben a la envidia, la avaricia o los celos, y su entrega a la misión se basa en una inconmovible fe en la bondad básica de la humanidad. (...) Son la misma esencia del término superhéroe. Una ficción imaginativa que es mejor que la realidad, construida para ayudarte, en una pequeña medida, a desarrollar tu propia imaginación y tu sistema de valores.(...) sólo un niño podría tragarse una premisa tan ridícula. Pero una vez entra en tu corazón, no puedes evitar llevar esa migaja de magia siempre contigo"

Amén hermano