lunes, 14 de diciembre de 2015

SUPERAR EL MIEDO




El miedo es la emoción humana que más frecuentemente se presenta en nuestras vidas.
Puede presentarse como un miedo ante una situación concreta, como ocurre al acercarnos a esa chica que tanto nos gusta, o de forma más genérica y global, como puede ser el miedo a no ser amado, a estar sólo, a la muerte o a la pérdida de nuestros seres queridos.
En muchas ocasiones, el miedo nos impide hacer aquello que realmente deseamos, impidiendo que llevemos la vida hacia donde nosotros realmente queremos constituyendo una fuente constante de infelicidad y frustración.

Y es que al menos, en mi opinión, muchos de nosotros (entre lo cuales me incluyo) nos dejamos dominar por el miedo y le permitimos conducir nuestras vidas por dónde el quiere, en vez de tomar nostros mismos las riendas de la nuestra vida y decidir hacia donde queremos conducir nuestros pasos.
En mi caso concreto, creo que siempre he tenido miedo. O al menos hasta donde alcanzan mis recuerdos.  Miedo que me obligaba en muchas ocasiones a evitar aquellas situaciones que tanto temor me producían haciendo creciente la frustración en mí al encontrar tan difíciles aquellas situaciones que para muchos otros eran más sencillas.


Con el tiempo, me di cuenta de una serie de verdades que me ayudaron a hacer frente a esta terrible emoción humana (entendiendo que la emoción del miedo en sí no es insana, siempre que no permitamos que nos domine) y me dí cuenta de que no quería lamentarme dentro de 20 años por no echarle un par de huevos a la vida y responsabilizarme de mi propia felicidad.

¿Cuáles son esas "verdades"?
I No estás sólo; todos tenemos miedo. Como decía, la primera sensación que uno tiene cuando tiene miedo es que es el único que lo padece. Pero esto no es así.

Todo el mundo tiene miedo, incluso las personas más valientes que se enfrentan a los retos más complicados lo tienen. Pero estas personas no permiten que el miedo les domine y actúan a pesar de él.

La clave está en actuar pese al miedo. 

II Sólo hay una manera de vencer el miedo: Haciendo aquello que precisamente tememos. Y esto es así. Si tienes miedo a hablar en público deberás vencerlo de forma paulatina hablando frente a pequeños grupos e ir de menos a más. Si tienes miedo a saber si deberías cambiar de sector en tu trabajo sólo lo averiguarás cambiando y viendo qué tal te va. Esta es probablemente la verdad más dura de asimilar, puesto que, al menos en estos tiempos que corren esforzarse para conseguir algo no parece la opción más atractiva pero creédme, es la única que funciona y la única que tiene efectos duraderos
III El mejor momento para enfentarte a tu miedo es AHORA. En ocasiones tratamos de evitar las situaciones que nos producen temor a la espera de encontrarnos mejor o sentirnos más preparados para enfrentarnos a él. Pero créeme, este momento nunca llegará. Nunca estaremos lo suficientemente preparados para hacer aquello que tememos, porque el propio miedo se encargará de sembrar la duda acerca de nuestras posibilidades de éxito. 
Porque habéis de ser conscientes de que vuestro miedo SIEMPRE os acompañará; nunca desaparecerá de vuestras vidas por mucho tiempo que pase. La única posibilidad es hacerle frente constantemente y no permitirle que os gane la partida.
IV Enfrentarte al miedo es mejor que vivir con él evitando aquello que temes. No enfrentarte a una situación que temes provoca una sensación subconsciente de frustración que, lejos de hacer que tu miedo desaparezca, hará que se crezca ante ti, dado que eres un adversario que no le planta cara. Al huir de tus miedos vivirás con una sensación de miedo mucho mayor que si afrontaras realmente los riesgos de aquella situación que temes.
V Por último, recuerda que lo importante en esta vida es INTENTARLO. Muchas personas viven tan aterradas para hacer lo que realmente desean para sus vidas, que ni siquiera lo intentan. Y para mí, ese es el verdadero fracaso.

Ah y tened en cuenta que probablemente si te encuentras perdido en tu vida probablemente deberías pensar qué te da miedo. Probablemente el camino a seguir en tu vida se encuentre en esa dirección.

Para concluir esta breve reflexión os dejo con un extracto del libro "La vida de Pi" de Yann Martel (por cierto, un libro más que recomendable, nada que ver con la mediocre película de Ang Lee)  relacionado precisamente con el miedo, y que me impactó mucho cuando lo leí. Os dejo con él hasta la próxima entrada.
"Quisiera decir algunas palabras acerca del miedo. Es el único y auténtico adversario de la vida. Sólo el miedo puede vencer a la vida. Es un contendiente traicionero y perspicaz, y bien que lo sé. Carece de decoro, no respeta ninguna ley, ningún principio. Te ataca el punto más débil, que siempre reconoce con una facilidad infalible.
Empieza con la mente, siempre. Estás tranquilo, sereno y feliz y al poco rato el miedo, ataviado con la vestimenta de duda afable, se te cuela en la mente como un espía. La duda se encara con la incredulidad y la incredulidad trata de expulsarla. Sin embargo, la incredulidad es un mero soldado de infantería desprovisto de armas. La duda la elimina en un santiamén. Te inquietas. La razón viene a luchar por ti. Te tranquilizas. La razón está bien equipada con armas de última tecnología. No obstante, de forma asombrosa, a pesar de contar con unas tácticas superiores y un número de victorias aplastantes, la razón se queda fuera de combate. Te sientes debilitar, flaquear. La inquietud se torna terror. El miedo entonces acomete contra el cuerpo, que ya se ha dado cuenta de que algo va horriblemente mal. Los pulmones ya han salido volando como un pájaro y las tripas se te han escurrido como una serpiente. Ahora la lengua se te cae muerta como una zarigüeya y la mandíbula empieza a galopar sin poder avanzar. Ensordeces. Los músculos te tiritan como si padecieras de malaria y las rodillas te tiemblan como si estuvieran bailando. El corazón se pone demasiado tenso y el esfínter se pone demasiado relajado.

Y lo mismo ocurre con el resto del cuerpo. Cada parte de ti, de la forma que más le convenga a ella,
se te desmonta. Lo único que sigue funcionando bien son los ojos. Ellos sí que le prestan la atención debida al miedo.



Te ves tomando decisiones precipitadas de forma atropellada. Despides a tus últimos aliados: la esperanza y la fe. Y ya está, tú mismo te has derrotado. El miedo, que no es más que una impresión, ha triunfado sobre ti. Es una cuestión difícil de plasmar con palabras. Pues el miedo, el miedo de verdad, el que te sacude hasta los cimientos, él que sientes cuando te encuentras cara a cara con la muerte, te corroe la memoria como la gangrena: intentará cariarlo todo, hasta las palabras que pronunciarías para hablar de él. Tienes que luchar a brazo partido para alumbrarlo con la luz de las palabras.

Porque si no te enfrentas a él, si tu miedo se vuelve una oscuridad muda que evitas, quizás hasta olvides, te expones a nuevos ataques de miedo porque nunca trataste de combatir el adversario que te venció."


2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo con todo lo que dices sobre el miedo. el miedo es lo peor, nos impide ser libres ,no limita en nuestras decisiones, condiciona nuestros pensamientos, e resumen nos impide ser nosotros mismos. Hasta que no nos libremos de los miedos no podremos ser personas equilibradas y felices.
    Pregunta: Porque tenemos miedo? ,Como podemos liberarnos de nuestros miedos? . Yo creo que trabajando en reforzar nuestra estima personal, nuestra generosidad , nuestra capacidad de amar a los demás, interesarnos por los que nos rodean desinteresadamente....... Tarea difícil, pero se puede. Mucho animo.

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado mucho, tanto lo que escribes como el relato que se transcribe a continuación...
    Leeré tus consejos para recordarlos (porque aunque los conocemos no los ponemos en práctica) siempre que el miedo quiera apoderarse de mí:)

    ResponderEliminar