sábado, 21 de septiembre de 2013

Críticas de cine: ASALTO AL PODER

 
 
 
 
“Asalto al poder” es la segunda película que estrenan este año en la que la casa blanca es atacada por terroristas. La primera de ellas, “Objetivo la Casa Blanca” que estaba protagonizada por Gerald Butler y un Morgan Freeman somnoliento (y al que se le notaba que se la sudaba el papel y la película) estaba dirigida por el habitualmente eficaz Antoine Fuqua, (Training Day) y contaba la historia de un grupo de terroristas que atacaba la casa blanca “por las bravas” con el fin de tomar como rehén al mismísimo presidente. La película fue un éxito de taquilla (al menos en los USA), aunque a nivel artístico dejaba bastante que desear siquiera como un remedo cutre de “La Jungla de Cristal” (En mi opinión sólo se salvaba el asalto a la casa blanca, que era hilarante más que nada porque los terroristas tomaban la casa blanca de frente así sin más, disparando a saco y aparentemente sin un plan previo).
 
Es por ello que la llegada de una segunda película de idéntica temática y similar desarrollo debería obligarnos como espectadores a levantar la ceja y a desconfiar, por temor a encontrarnos con otro mojón de proporciones similares al de “Objetivo la Casa Blanca”
 
Sin embargo, y me gustaría decirlo ya “Asalto al poder” es muy superior a “Objetivo la Casa Blanca”; es mucho más entretenida, está mejor hecha y tiene algo más de lógica, por decirlo de alguna manera, que su antecesora. Sin embargo no quiero llevar a engaño a nadie, “Asalto al poder” no es buena película y está muy lejos de clásicos del género como la mencionada “Jungla de Cristal”. Es por tanto una película con la que pasar un buen rato y que no lamentaréis ver si os gusta el género (o sois fans de Roland Emmerich) pero que os dejará con la sensación de que con un par de cambios y un recorte de metraje habría quedado mucho mejor .
 
 
Así pues como indicaba anteriormente uno de los problemas de la película es la duración. “Asalto al poder” dura algo así como 137 minutos, que son 30 más de lo que debería. La razón de esa larga duración se debe fundamentalmente a una introducción excesivamente larga (unos 35 minutos…que se hacen algo pesados y hacen que el espectador se impaciente esperando a que comiencen los disparos y las explosiones) y a que la película desvía con demasiada frecuencia la atención fuera de la casa blanca, donde asistimos a debacles políticas que en casi ningún momento conducen a nada y que ralentizan el ritmo de la historia.
 
 
El otro problema que se hace evidente cuando comienza la acción es la elección del actor protagonista, Channing Tatum, que no es mal actor, pero carece del carisma de Bruce Willis o Harrison Ford en sus buenos tiempos. Por si fuera poco el personaje al que interpreta tampoco destaca por ninguna característica en particular, no es demasiado listo ni demasiado cómico ni demasiado guapo, por lo que una vez acaba la proyección se olvida con facilidad. Lo que en mi opinión es una pena porque incluso en la desastrosa “Objetivo la casa Blanca” Gerald Butler sacaba más partido a su personaje que Channing Tatum en “Asalto al poder”
 
Y es que este es otro de los problemas de la película, los personajes no están demasiado definidos ni son demasiado interesantes. Tal vez eso no sea culpa del guión sino de los actores que les dan vida. A pesar de ello cabe destacar la buena labor de Jamie Foxx, que destapa aquí una interesante vis comica que ya podía intuirse en anteriores trabajos suyos como en “Como matar a tu jefe”, y la de James Woods, que interpreta al villano de la función y que es de los pocos personajes de la cinta que están desarrollados con acierto (los demás personajes, incluido el protagonista, están definidos con un par de brochazos).
 
 
 
En cuanto a las set pieces de acción, (que a fin de cuentas es lo que uno quiere ver cuando paga la entrada para ver una película de estas características) no están mal pero siendo honestos dos días después de haber visto la película apenas recuerdo ninguna; da la sensación de que no han sabido sacar mucho partido del escenario en el que se desarrolla la acción…(como sí hicieron con el Nakatomi plaza en “La jungla de Cristal” película en la que todo el mundo recuerda la secuencia en la azotea, la de la sala de juntas, a Bruce Willis lavándose los pies en el lavabo…). Además, las set pieces de “Asalto al poder” tampoco son excesivamente originales ni están rodadas con brillantez, son meramente funcionales y en ocasiones abusan del CGI (toda la parte de los helicópteros canta muchísimo…)
 
 
Otra de las cosas que no me gustaron de “Asalto al poder” es que tiene muchos momentos que recuerdan en exceso a otras películas… en varias ocasiones a lo largo de la proyección tuve la impresión de que esa escena ese dialogo o simplemente la vestimenta de algún actor ya lo había visto con anterioridad…y lo que es peor, en todas esas películas a las que me recordaba quedaba bastante mejor…
 
De esta manera la copia más evidente de “Asalto al poder” es a “La Jungla de Cristal” no sólo por la temática de la película (la de un tipo atrapado dentro de un edificio del que no puede salir) sino porque hacia la mitad de la película Channing Tatum decide despojarse del traje que lleva (la mar de hortera por cierto) y quedarse en camiseta de tirantes emulando a John Mc Clane… la destrucción del Air Force One recuerda a la película de dicho nombre… la escena en la que el informático (con unas pintas que nos hacen sospechar que pierde más aceite que una lata de atún agujereada) comienza a descifrar códigos con música clásica de fondo recuerda al negro de la jungla de cristal que descifra las claves de las cerraduras de la caja fuerte del Nakatomi Plaza mientras se deleita con “La Oda a ala a alegría” de Beethoven… o la escena en la que la hija de Tatum evita la destrucción de la Casa Blanca que recuerda a Nicolas Cage tratando de evitar que destruyesen Alcatraz en “La Roca”…Como decía antes, demasiadas similitudes, poca originalidad y una sensación constante de “Deja Vu” que no ayuda para nada a animar la función.
 
 
En cuanto a la música, Roland Emmerich recurre a su compositor habitual de sus últimas producciones (Harold Kloser) que tan buenos resultados le ha dado (como en la banda sonora de 2012) que aquí compone junto a Thomas Wander y cuya composición musical para “Asalto al poder” se encuentra en concordancia con el resto del film…es decir cumple, pero está lejos de composiciones similares del género como las de John Powell para la trilogía Bourne o David Arnorld para las últimas aventuras de 007 y desde luego dudo que seáis capaces de recordar absolutamente ninguna nota de la partitura (tal vez el tema principal que sólo suena al principio y levemente al final)
 
Con todos estos defectos, ¿merece la pena ir al cine a ver “Asalto al poder”?
 
En mi opinión, y a pesar de los puntos mejorables comentados anteriormente la respuesta es si. Y digo sí, porque es una película lo suficientemente entretenida como para hacer que olvides tus problemas durante dos horas, porque tiene una factura técnica razonablemente buena actores que cumplen con solvencia (dentro de las limitaciones de sus papeles) y porque si te gusta el género, después de las decepciones sufridas ese año (como con la penosa “La Jungla: Un buen día para morir”) creo que merece la pena echarle un vistazo.
 
LO MEJOR:
-Los primeros cuarenta minutos
-Jamie Foxx y James Woods
-La hilaridad e inverosimilitud de la propuesta
 
LO PEOR:
-La hilaridad e inverosimilitud de la propuesta (Si lo se es a la vez su mayor virtud y su mayor defecto)
-La duración
 
NOTA: 6

No hay comentarios:

Publicar un comentario